Opinión: los croatas desconfían de unirse al euro

Croacia se ha convertido en el miembro más nuevo de la eurozona. Muchos en el país, sin embargo, se muestran escépticos sobre la moneda común europea. Tiene el poder de unir pero también de dividir, dice Andelko Subic.

No recuerdo mucho entusiasmo entre los alemanes cuando el país adoptó el euro hace 20 años. Hubo un escepticismo generalizado sobre si la moneda europea común funcionaría según lo planeado. Esto fue acompañado por una cierta nostalgia. La moneda anterior del país, el marco alemán, o D-Mark, había permitido que la Alemania de la posguerra se volviera increíblemente próspera. Muchos en Croacia se sienten igualmente cautelosos acerca de cambiar su propia moneda por el euro.

Si bien la moneda de Croacia no produjo un nivel de prosperidad a la par de Alemania, ciertamente garantizó un grado de autonomía. Casi nadie derramó una lágrima por el dinar yugoslavo. Y después de 30 años de tener su propia moneda, la kuna, Croacia ahora se pregunta si tener al Banco Central Europeo a cargo será mejor que Belgrado durante la época yugoslava.

Los alemanes ahora se han dado cuenta de que el euro y el BCE han funcionado bien, en general, a pesar de que este último es tristemente célebre por su lenta toma de decisiones, como lo demuestra su política de tasas de interés. La compra de bonos del gobierno también es algo controvertida.

El trabajo del BCE es encontrar el equilibrio adecuado entre los intereses de los miembros grandes y ricos de la eurozona y los más pequeños y pobres. Sin embargo, muchos croatas se preguntan si la directora del BCE, Christine Lagarde, realmente dedicará mucho tiempo a pensar en cómo se puede ayudar a Croacia.

El primer ministro croata, Andrej Plenkovic, elogió la nueva moneda y dijo que a los turistas ahora les resultará más fácil visitar Croacia. Las empresas extranjeras, dijo, también podrán invertir en el país con mayores posibilidades de obtener ganancias. Sin embargo, esto plantea la pregunta de si Plenkovic se ha convertido en un portavoz de los turistas y las cadenas minoristas, o de su propia gente.

Hay pocas empresas croatas que tengan fuertes lazos comerciales con la eurozona. Plenkovic, por su parte, se jacta de haber mantenido las finanzas del país bajo control en tiempos de turbulencia económica, aunque pocos lo creen. Debido a la pandemia de COVID y la guerra en curso en Ucrania, el BCE ha relajado sus criterios de convergencia mediante la introducción de descuentos y excepciones. Dicho esto, la pregunta clave sigue siendo si Croacia, cuya economía depende en gran medida del comercio turístico, puede mantenerse al día con las grandes potencias económicas de la UE.

Las crisis económicas continúan. Si bien el costo del combustible continúa aumentando, ha habido llamados para aumentar el gasto en defensa. Sin embargo, hacerlo será más fácil como parte de la poderosa eurozona. Esta es una clara ventaja.

Después de 20 años, el euro sigue siendo un proyecto de aprendizaje práctico en el que no todos entienden cómo se supone que debe funcionar: una moneda común, pero diferentes tasas impositivas y reglas financieras. ¿Qué nos enseñó la crisis financiera griega? ¿Y qué aprendimos de los casos español y portugués? ¿Pensaron que podían gastar todo el dinero que quisieran y que Alemania pagaría la cuenta?

Los miembros de la eurozona se preguntarán si Croacia representará una carga financiera. El país es ciertamente un peso ligero económico. Y cualquier ayuda financiera servirá como poco más que una ayuda temporal, como muletas para un atleta sano. Y mientras que el equipo de fútbol croata logró obtener el tercer lugar en la Copa del Mundo de Qatar, las empresas croatas no tienen tanto éxito como Luka Modric y sus compañeros de equipo. Simplemente no pueden competir en la liga económica superior, por así decirlo.

Muchos croatas han abandonado la ilusión de que el euro les garantizará la prosperidad. De lo contrario. Temen que algún día la troika de la UE de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional pueda obligar a Zagreb a hacer recortes drásticos, tal como sucedió en Grecia. Si esto llega a ser necesario, ¡por favor no presione por recortes que perjudiquen a los jubilados, maestros, los necesitados y el sector de la salud!

La idea del euro es unir al continente. En Alemania, sin embargo, muchos recuerdan vívidamente la crisis de la deuda griega. Nos enseñó que la moneda también puede dividir a Europa. Muchos en Alemania, por ejemplo, recuerdan el día en que un periódico griego de la época publicó un montaje de la entonces canciller Angela Merkel vistiendo un uniforme nazi de las SS.

La brecha entre los estados miembros ricos de la UE y los miembros pobres se está ampliando, y la introducción del euro no salvará muchos de los problemas de Croacia. Es posible que se construyan nuevas escuelas, pero seguirá faltando el dinero para pagar a los maestros. De hecho, hace mucho tiempo que muchos profesores se fueron a Alemania, donde pueden ganar más dinero trabajando como techadores y conductores de autobús que como profesores en casa. Este es un tema que se seguirá discutiendo.

Este artículo fue publicado originalmente en alemán.